LECCIONES MISIONALES SUD

1
EL PLAN DE SALVACION
Nuestro Padre Celestial preparó un plan que nos permite llegar a ser como Él. Dicho plan incluye la Creación, la Caída, la expiación de Jesucristo y todas las leyes, ordenanzas y doctrinas del Evangelio. Este plan nos permite ser perfeccionados por medio de la Expiación, recibir una plenitud de gozo y vivir para siempre en la presencia de Dios.


2 
EL EVANJELIO DE JESUCRISTO
El Evangelio de Jesucristo es el plan de nuestro Padre Celestial para la felicidad y la salvación* de Sus hijos. Se le llama Evangelio de Jesucristo porque la expiación de Jesucristo es el elemento principal del plan de nuestro Padre Celestial. De acuerdo con ese plan, nuestro Padre envió a Su Hijo Jesucristo al mundo para mostrarnos cómo llevar una vida plena y feliz, y experimentar gozo eterno después de esta vida. Mediante la gracia y la misericordia de Jesucristo, usted puede ser limpio del pecado y disfrutar de paz de conciencia; además, puede llegar a ser digno de vivir en la presencia de nuestro Padre Celestial después de esta vida.
Para recibir esa paz y esa fortaleza usted debe aprender y obedecer los principios y las ordenanzas del Evangelio. Un principio es una verdad que se puede llevar a la práctica en la vida; una ordenanza es un acto formal y sagrado efectuado por la autoridad del sacerdocio y que con frecuencia es el medio por el cual se concierta un convenio con nuestro Padre Celestial. Los primeros principios del Evangelio son la fe en Jesucristo y el arrepentimiento, y las primeras ordenanzas del Evangelio son el bautismo y el recibir el Espíritu Santo.
Una vez que se aprenden y se obedecen los primeros principios y ordenanzas del Evangelio, la persona se esfuerza por seguir el ejemplo de Cristo durante el resto de su vida. A esta fidelidad continua se la conoce como “perseverar hasta el fin”.


3 
EL MENSAJE DE LA RESTAURACION
Cuando Jesucristo se encontraba en la tierra, estableció Su Iglesia entre Sus seguidores. Después de Su crucifixión y de la muerte de Sus apóstoles, la plenitud del Evangelio se retiró de la tierra debido a la apostasía generalizada. Por medio del profeta José Smith, nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo restauraron la plenitud del Evangelio. La Iglesia verdadera de Jesucristo se encuentra nuevamente sobre la tierra. Gracias a la Restauración, las enseñanzas y ordenanzas necesarias para la salvación están disponibles para todas las personas.


4
 LOS MANDAMIENTOS
Los mandamientos son instrucciones de un amoroso Padre Celestial para ayudarnos a llegar a ser más como Él. Por medio de los mandamientos, el Padre Celestial nos enseña Su voluntad para con nosotros y nos muestra cómo amarnos los unos a los otros y a vencer al hombre natural. La obediencia a los mandamientos nos prepara para regresar a la presencia de Dios y obtener la vida eterna. Cuando comprendemos esto, vemos los mandamientos como una bendición y no como una carga.


LEYES Y ORDENANZAS
Llegar a ser puro y santo en el modo de vivir y de ser es el deseo de todo fiel Santo de los Últimos Días. La manera de alcanzar la pureza y la santidad es aceptar los primeros cuatro principios y ordenanzas del Evangelio, que son: fe en el Señor Jesucristo, arrepentimiento, bautismo y recibir el don del Espíritu Santo; y, en seguida, perseverar hasta el fin en el cumplimiento de todos los mandamientos de Dios.
“Las leyes de Dios que se han dado al género humano se encuentran plasmadas en el plan del Evangelio, y la Iglesia de Jesucristo tiene la responsabilidad de enseñar esas leyes al mundo. Las ha dado nuestro Padre Celestial con un solo fin: el de que ustedes que son gobernados por la ley sean también preservados por la ley y por ella sean perfeccionados y santificados. El máximo de todos los dones de Dios es ser salvos en Su reino. “El conocimiento de Dios y de Jesús, Su Hijo, es fundamental para la vida eterna, pero el guardar los mandamientos de Dios debe preceder a la adquisición de ese conocimiento o inteligencia”

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